El corazón está compuesto por cuatro cámaras: las dos superiores se llaman aurículas y las dos inferiores, ventrículos. Un aneurisma ventricular se produce cuando uno de los ventrículos se debilita y se expande como un globo. Esta es una complicación grave que puede ocurrir después de un infarto.

Los síntomas pueden incluir dificultad para respirar, dolor torácico o alteraciones del ritmo cardíaco (arritmias). Si no se tratan, los aneurismas ventriculares pueden provocar insuficiencia cardíaca o coágulos sanguíneos peligrosos. Para reparar un aneurisma ventricular, los cirujanos cardíacos abren el tórax, extirpan la zona debilitada de la pared ventricular y cosen las paredes. La reparación del aneurisma suele ir seguida de un tratamiento farmacológico. Este procedimiento es importante porque elimina el aneurisma y reduce el riesgo de insuficiencia cardíaca y coágulos sanguíneos.