El procedimiento Maze es un tratamiento quirúrgico para la fibrilación auricular, que a menudo se puede realizar mediante técnicas mínimamente invasivas. Para realizar la cirugía, los cirujanos usan energía de radiofrecuencia, o congelación, para crear un intrincado patrón de cicatriz en forma de "laberinto" en la cámara superior del músculo cardíaco. Debido a que las cicatrices no transportan señales eléctricas, interrumpen la conducción de impulsos anormales y permiten que el corazón regrese a un latido regular y coordinado. Al mismo tiempo, se cierra una evaginación natural de una cámara superior del corazón, llamada apéndice auricular. Este procedimiento tiene una tasa de éxito general de aproximadamente el 90 por ciento, y la ausencia de accidentes cerebrovasculares después del procedimiento se ha estimado en un 99 por ciento. También puede permitir que el paciente evite tomar anticoagulantes, que la mayoría de los pacientes con arritmias cardíacas deben tomar.