El médico palpa el abdomen en busca de bultos o cambios inusuales en el tamaño y la forma del hígado, el bazo y los órganos circundantes. El médico también revisa el abdomen en busca de una acumulación anormal de líquido llamada ascitis. También puede examinar la piel y los ojos en busca de ictericia (una afección que puede hacer que adquieran un aspecto amarillento).