El daño a los huesos o tejidos blandos de la cara por lesiones deportivas, agresiones o accidentes puede ser más grave de lo que parece inicialmente. Si no se trata de manera oportuna, el trauma en la cara puede provocar discapacidad visual, entumecimiento, dificultad para hablar o masticar y deformidad facial permanente. Nuestros cirujanos tienen una amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de traumatismos faciales para restaurar su rostro a su estado inicial.