Una mamografía es una radiografía de la mama que usa una pequeña cantidad de radiación. Un tecnólogo colocará su seno para la prueba. El seno se comprimirá entre dos placas y se tomará una fotografía. Al comprimir la mama, se aplana y se extiende el tejido, lo que proporciona una imagen más clara del interior de la mama, lo que facilita la detección de cualquier cambio. Luego, el tecnólogo reposicionará la mama y las placas para obtener una segunda imagen. Todo el proceso dura unos veinte minutos.