Las citoquinas son proteínas en el cuerpo que activan el sistema inmunológico. El interferón y la interleucina-2 (IL-2) son versiones artificiales de citocinas que a veces se usan para tratar pacientes con melanoma en etapa avanzada. El interferón se inyecta por vía intravenosa o debajo de la piel y puede retrasar el crecimiento de las células de melanoma. Se puede ofrecer además de la cirugía para pacientes con melanoma que se ha propagado a los ganglios linfáticos regionales (enfermedad en estadio III) para ayudar a prevenir una mayor propagación de la enfermedad y ayudar a prolongar la supervivencia.