Las bursas son pequeños sacos gelatinosos que se encuentran en todo el cuerpo, incluso alrededor del hombro, el codo, la cadera, la rodilla y el talón. Contienen una pequeña cantidad de líquido y se colocan entre los huesos y los tejidos blandos, actuando como cojines para ayudar a reducir la fricción.


La bursitis de cadera afecta con mayor frecuencia a la bolsa que cubre el trocánter mayor del fémur, aunque la bolsa del psoasilíaco también puede inflamarse.

La bursitis es una inflamación de la bolsa. Hay dos bolsas principales en la cadera que normalmente se irritan e inflaman. Una bursa cubre el punto óseo del hueso de la cadera llamado trocánter mayor. La inflamación de esta bolsa se llama bursitis trocantérea.

Otra bursa, la bursa iliopsoas, se encuentra en el interior (lado de la ingle) de la cadera. Cuando esta bolsa se inflama, la afección también se conoce como bursitis de cadera, pero el dolor se localiza en el área de la ingle. Esta afección no es tan común como la bursitis trocantérea, pero se trata de manera similar.

¿Cuáles son los síntomas de la bursitis de cadera?

El síntoma principal de la bursitis es el dolor en la zona de la cadera. El dolor generalmente se extiende al exterior del área del muslo. En las primeras etapas, el dolor generalmente se describe como agudo e intenso. Más tarde, el dolor puede volverse más intenso y extenderse a un área más grande de la cadera. El dolor suele ser peor por la noche, al acostarse sobre la cadera afectada y al levantarse de una silla después de estar sentado un rato. También puede empeorar al caminar, subir escaleras o ponerse en cuclillas de forma prolongada.

¿Qué causa la bursitis de cadera?

La bursitis de cadera puede afectar a cualquier persona, pero es más común en mujeres y personas de mediana edad o ancianos. Es menos común en personas jóvenes y en hombres.

Los siguientes factores de riesgo se han asociado con el desarrollo de bursitis de cadera.

  • Lesión por estrés repetitivo (uso excesivo). Esto puede ocurrir al correr, subir escaleras, andar en bicicleta o estar de pie durante largos períodos de tiempo.
  • Lesión de cadera. Una lesión en la punta de la cadera puede ocurrir cuando se cae sobre la cadera, se golpea la cadera o se acuesta sobre un lado del cuerpo durante un período prolongado.
  • Enfermedad de la columna. Esto incluye escoliosis, artritis de la columna lumbar (inferior) y otros problemas de la columna.
  • Desigualdad a lo largo de las piernas. Cuando una pierna es significativamente más corta que la otra, afecta la forma en que camina y puede provocar la irritación de la bolsa de la cadera.
  • Artritis reumatoide. Esto hace que sea más probable que la bolsa se inflame.
  • Cirugía previa. La cirugía alrededor de la cadera o los implantes protésicos en la cadera pueden irritar la bolsa y causar bursitis. Espuelas óseas o depósitos de calcio. Estos pueden desarrollarse dentro de los tendones que unen los músculos al trocánter. Pueden irritar la bolsa y causar inflamación.

¿Cómo se puede prevenir la bursitis de cadera?

Aunque la bursitis de cadera no siempre se puede prevenir, hay cosas que puede hacer para evitar que la inflamación empeore.

  • Evite las actividades repetitivas que ejerzan presión sobre las caderas.
  • Baje de peso si es necesario.
  • Obtenga un inserto de zapato que le quede bien para las diferencias de longitud de las piernas.
  • Mantenga la fuerza y la flexibilidad de los músculos de la cadera.

¿Cómo se diagnostica la bursitis de cadera?

Para diagnosticar la bursitis de la cadera, su proveedor realizará un examen físico completo, buscando dolor en el área del punto de la cadera. También puede realizar pruebas adicionales para descartar otras posibles afecciones. Estas pruebas pueden incluir estudios de imágenes, como radiografías, gammagrafía ósea e imágenes por resonancia magnética (IRM).

¿Cómo se trata la bursitis de cadera sin cirugía?

El tratamiento inicial para la bursitis de cadera no implica cirugía. Muchas personas con bursitis de cadera pueden experimentar alivio con cambios simples en el estilo de vida, que incluyen:

  • Modificación de actividad. Evite las actividades que empeoran los síntomas.
  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). El ibuprofeno, naproxeno, piroxicam, celecoxib y otros pueden aliviar el dolor y controlar la inflamación. Utilice los AINE con precaución y durante períodos limitados. Hable con su médico sobre los AINE que usa. Los AINE pueden tener efectos secundarios adversos si padece determinadas afecciones médicas o toma determinados medicamentos.
  • Dispositivos de ayuda. Uso de un bastón o muletas durante una semana o más cuando sea necesario.
  • Terapia física. Su médico puede recetarle ejercicios para aumentar la fuerza y la flexibilidad de la cadera. Puede hacer estos ejercicios por su cuenta, o un fisioterapeuta puede enseñarle cómo estirar los músculos de la cadera y usar otros tratamientos, como la terapia de balanceo (masaje), hielo, calor o ultrasonido.
  • Inyección de esteroides. Imagen de inserción de inyección de bursitis Leyenda: La ilustración muestra una inyección de corticosteroides en la bolsa trocantérea.

La inyección de un corticosteroide junto con un anestésico local también puede ser útil para aliviar los síntomas de la bursitis de cadera. Este es un tratamiento simple y efectivo que se puede realizar en el consultorio del médico. Implica una sola inyección en la bolsa. La inyección puede proporcionar un alivio temporal (meses) o permanente. Si el dolor y la inflamación regresan, es posible que se necesite otra inyección o dos, administradas con unos meses de diferencia. Es importante limitar el número de inyecciones, ya que las inyecciones prolongadas de corticosteroides pueden dañar los tejidos circundantes.

¿Cómo se trata la bursitis de cadera con cirugía?

Rara vez se necesita cirugía para la bursitis de cadera. Si la bursa permanece inflamada y dolorosa después de haber probado todos los tratamientos no quirúrgicos, su médico puede recomendar la extirpación quirúrgica de la bursa. La extracción de la bolsa no daña la cadera y la cadera puede funcionar normalmente sin ella.

Una técnica más nueva que está ganando popularidad es la extirpación artroscópica de la bolsa. En esta técnica, la bursa se quita a través de una pequeña incisión (1/4 de pulgada) sobre la cadera. Se coloca una pequeña cámara, o artroscopio, en una segunda incisión para que el médico pueda guiar instrumentos quirúrgicos en miniatura y cortar la bolsa. Esta cirugía es menos invasiva y la recuperación es más rápida y menos dolorosa.

Ambos tipos de cirugías se realizan de forma ambulatoria (el mismo día), por lo que generalmente no es necesario pasar la noche en el hospital. La investigación preliminar muestra que la extirpación artroscópica de la bolsa es bastante efectiva, pero esto aún se está estudiando.

Departments and Programs Who Treat This Condition

department

Orthopedic Surgery

The Department of Orthopedic Surgery offers orthopedic services from head to toe for acute injuries, as well as chronic conditions of the musculoskeletal system, to help you get b…